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21
21.Traducida: Nadia Contreras
Desde: Colima-Torreón, México.
Before
After
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Día seis (sala de operación)
Abro y cierro los ojos. Dentro del túnel alguien me guía y me dice "Por favor, no tengas miedo". Sus brazos son llamaradas y su voz se filtra como a través de un espejo. Una cama, y al fondo (donde el televisor es abismo fluorescente), médicos preparan el instrumental. El túnel ha desaparecido y el silencio. Sólo esperan a que me calle para tomar posesión de mí. Cortar, jalar de la vida el útero, su soledad baldía; drenar, zurcir, dejar intacto. Y en ese dejar intacto, abrir la cascada que soy de sangre, la noche, la muerte. Vuelvo. La habitación tiene el color de las pérdidas. Las pérdidas que nadie más que yo conoce.
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Liberada de mí misma y del tumor de la descomposición, el éxtasis de la noche: pastillas que se agolpan, ojos y manos como un vientre sombrío. Salen voces, risas, niños que de súbito extirpan mi brazo derecho, mi pierna izquierda. Encima de mí, la luz es demasiado intensa; centelleante la ventana y el niño de gesto confuso que llora sobre un cuerpo decapitado. Escucho golpes. Médicos me llevan en marcha de tambores y cantos. De pronto el silencio. Nadie dice nada, ningún alarido. "Es posible celebrar el tiempo olvidado", dice la tarjeta. Ebria de música, la herida es un paisaje de huellas. El dolor se deshizo, el hematoma de la respiración. Ahora, bajo el cincel de la lluvia, un perro me arrastra.
[A mi madre, Graciela, que puede complementar ampliamente esta historia.]